Tecnología, la
sociedad de la información:
1.
Los discursos sobre la sociedad informacional
En el
último cuarto del siglo XX la aparición de los ordenadores, la expansión de la
demanda de servicios de consumo terciario, la toma de conciencia del
agotamiento de
los
recursos naturales y de los efectos negativos de la industrialización, las
nuevas formas de organización y distribución de la información, junto a otros
factores, propició
que en
los países altamente desarrollados tuviera lugar la denominada "tercera
revolución industrial" que está produciendo una importante y profunda
transformación de las estructuras y procesos de producción económica, de las
formas
y
patrones de vida y cultura de los ciudadanos, así como de las relaciones
sociales. La digitalización de la información basada en la utilización de
tecnología informática es la gran revolución técnicocultural del presente. El
uso generalizado de las llamadas nuevas tecnologías de la comunicación e
información (computadoras, equipos multimedia de CDROM, redes locales,
Internet, televisión digital, telefonía móvil, ...) en las transacciones
económicas y comerciales, en el ocio y el tiempo libre, en la gestión interna
de empresas e instituciones, en las actividades profesionales, ..., es un hecho
evidente e imparable apoyado desde múltiples instancias y al que pocos le ponen
reparos. La transformación desde un modelo de sociedad industrial hacia la
sociedad de la información es un proceso en el que se cruzan factores y fenómenos
más complejos que los meramente representados por la aparición y omnipresencia
de las
tecnologías digitales. El período histórico en el que nos encontramos se apoya
en el cruce de diversos y variados procesos sociológicos, económicos, políticos
y culturales como son la globalización o mundialización; la mercantilización de
la información; la hegemonía de la ideología neoliberal; el incremento de las
desigualdades entre los países avanzados y el resto del planeta; la
superpoblación y los flujos migratorios del sur empobrecido hacia el norte
rico, La globalización es uno de los fenómenos
históricos más destacables y representativos del presente. La globalización o
mundialización, es decir, la superación de los límites espaciales de las
fronteras locales o nacionales para actuar a nivel planetario, es un proceso
iniciado en siglos anteriores. Es un proceso que ha venido gestándose mucho
antes de la aparición de las tecnologías de la información y comunicación. El
comercio de materias primas procedentes de Asia, América del Sur o África
transportadas vía marítima hacia Europa lo desarrollaron con gran eficacia las potencias
coloniales europeas (Francia, Gran Bretaña, Holanda) durante los siglos XVIII y
Por otra parte, el proceso de mundialización política comenzó en los primeros
años del siglo XX con la creación de la Sociedad de Naciones, y posteriormente
se consolidó con otros organismos internacionales como la ONU, UNESCO, FMI,
OTAN, etc. A diferencia de
lo que
muchos creen ingenuamente, las tecnologías no son la causa del fenómeno de
globalización,
sino que actúan como motores aceleradores de este proceso. Al hacer posible que
la información y transmisión de datos circule casi instantáneamente a lo largo
de todo el planeta, provocan que cualquier organismo o institución (sea financiera,
administrativa, no gubernamental) funcione como una unidad en tiempo real a
nivel mundial.
¿Qué
modelo de sociedad de la información queremos construir y qué
papel
juegan las nuevas tecnologías en ese proceso?. Ciertamente responder a
esa
cuestión es plantearse un problema político más que técnico. Las respuestas,
indudablemente,
son variadas. Distintos sectores o grupos ven en las tecnologías
digitales
la panacea del progreso de nuestra civilización prometiéndonos un
mundo
feliz basado en el bienestar material generado por este tipo de máquinas
inteligentes.
Por el contrario, existen otros análisis que describen a las
tecnologías
de la información y comunicación como el triunfo de un modelo de
sociedad
tecnocrática, deshumanizada y basada en criterios meramente
mercantiles.
Por ello podemos identificar cuatro grandes discursos
o modo de
entender
la sociedad de la información y del papel de las tecnologías digitales
en la
misma.
LOS
DISCURSOS SOBRE LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN
Discurso
mercantilista
|
Discurso
críticopolítico
|
Discurso
tecnocentrista
|
Discurso
apocalíptico
|
La sociedad de la información es
un enorme mercado con un tremendo potencial para el crecimiento económico
apoyado en el uso de las tecnologías digitales
|
Las tecnologías digitales deben
estar al servicio del
desarrollo social y humano, y no
controlado por los
intereses de las grandes
corporaciones industriales del mundo capitalista
|
Se mitifica a la tecnología
digital como la panacea de una sociedad más eficaz y llena de bienestar para
sus ciudadanos
|
Las tecnologías de la información
y comunicación
representan el fin de los ideales
y valores de la modernidad
y del modelo humanista de la
cultura
|
Luces
y sombras de los efectos sociales y culturales de las tecnologías de la
información y comunicación
La
cara amable de las tecnologías digitales
Uno de
los efectos más notables de las tecnologías digitales es que permiten y
facilitan una mayor comunicación entre las personas independientemente de su
situación geográfica o temporal. Las nuevas tecnologías de la comunicación
rompen barreras espaciotemporales facilitando la interacción entre personas
mediante formas orales (la telefonía), escrita (el correo electrónico) o audiovisual
(la videoconferencia). Asimismo esta comunicación puede ser sincrónica es decir,
simultánea en el tiempo asincrónica el mensaje se emite y recibe en un período
de tiempo posterior al emitido. En segundo lugar, podemos señalar que las
tecnologías permiten el acceso de forma permanente a gran cantidad de
información. Vivimos en un entorno saturado de información.
Los
medios de comunicación escritos, la radio, la televisión, el teletexto, Internet,
…, se han convertido en objetos cotidianos y casi imprescindibles de nuestra
vida que nos mantienen permanente informados. Los ciudadanos, a través del
conjunto de estos medios y tecnologías, saben lo que sucede más allá de su
ámbito o nicho vital (sea el barrio, la ciudad o país al que pertenecen). Por
otra parte, desde el hogar y a través de las redes telemáticas se pueden
acceder a bibliotecas, centros, instituciones y asociaciones de cualquier tipo.
Otro
hecho destacable es que las nuevas tecnologías mejoran la eficacia y calidad de
los servicios. La creación de bases de datos accesibles desde cualquier punto
geográfico y en cualquier momento junto con la gestión informatizada de enormes
volúmenes de información permiten incrementar notablemente la rapidez y
eficacia de aquellas tareas y servicios que tradicionalmente eran realizadas de
una forma rutinaria y mecánica por personas. En estos momentos es posible realizar
consultas o transferencias comerciales en una institución bancaria, de la administración
pública, o de un organismo privado, a través de un ordenador con acceso a
Internet.
Por
otra parte, Las tecnologías digitales posibilitan nuevas formas de actividad
productiva. La innovación tecnológica está afectando también al ámbito laboral
transformando los patrones tradicionales de trabajo. Algunos de los cambios más
destacables de las actividades productivas son: la emergencia de nuevos
yacimientos o puestos de empleo relacionados con el desarrollo y aplicación de
la tecnología informática y de telecomunicaciones; la aparición del teletrabajo
que consiste en la posibilidad del desarrollo de las tareas laborales a
distancia utilizando las redes de ordenadores, el surgimiento de puestos de
trabajo más flexibles sin la rigided temporal o espacial de los puestos
laborales clásicos.
Asimismo,
las nuevas tecnologías de la información y comunicación están
propiciando
la superación de una visión estrecha y localista de la realidad. En la
sociedad
globalizada está aumentando el conocimiento y contacto cultural de las
distintas culturas y grupos sociales del planeta. A lo largo de la última mitad
del siglo XX han ido extendiéndose y generalizándose por todos los continentes
formas y tendencias culturales que anteriormente pertenecían o estaban
restringidas a grupos culturales locales o regionales. En este sentido, los medios
de comunicación y por supuesto las redes telemáticas, están jugando un papel
clave en este proceso de creación de una conciencia y perspectiva mundial o
planetaria.
¿Sabías
que …? Las redes telemáticas, especialmente Internet,
propician nuevas formas de participación social más allá de los límites territoriales
locales. No sólo se está más informado de todo lo que pasa en el mundo, sino
que además permiten experimentar nuevos modos de organización y participación ciudadana
más allá del ámbito de los estados tradicionales en todos los niveles y
ámbitos: asociaciones, colectivos, fundaciones, institutos, organizaciones no
gubernamentales...
La
acción política y organización de los denominados movimientos alternativos o de
antiglobalización no sería explicable sin la utilización de las nuevas
tecnologías de la comunicación.
Las tecnologías también tienen sus
sombras
Lo
primero a destacar es que nuestra sociedad es una civilización dependiente de
la
tecnología
en niveles progresivamente crecientes. Sin máquinas digitales, no funciona. En
este
sentido
se extiende el miedo a los posibles fallos o déficits de los ordenadores
provocados bien por los virus informáticos, por los ataques de
ciberterroristas, o por los fallos de los ervidores… El “mítico” efecto 2000
(2YK) con relación al posible fallo informático en el cambio de la fecha del 31
de diciembre del 1999 al 1 de enero del 2000, o los repetidos ataques a
servidores de Microsoft y otras grandes compañías multinacionales, han servido
como una llamada de alerta sobre la fuerte dependencia de nuestra civilización
hacia las máquinas digitales.
En
segundo lugar, el proceso de globalización apoyado en el control de los medios
de comunicación está imponiendo la hegemonía cultural de la civilización
occidental, fundamentalmente norteamericana, sobre el resto de las culturas del
planeta. La juventud de la mayor parte de países consume la misma ropa, música,
comida, juegos, películas…,
es
decir, tienen las mismas experiencias culturales con medios. Nos dirigimos
hacia el uniformismo cultural en detrimento de las culturas propias y locales,
y hacia el aumento de los enfrentamientos culturales que en muchos casos
desembocan en violencia. Simultáneamente, están aumentando las desigualdades
culturales y económicas entre unos países
y
otros. El desarrollo tecnológico y científico afecta a todos los miembros de la
sociedad pero no de la misma forma.
El
acceso a las nuevas tecnologías y al conocimiento e información está al alcance
de aquellas personas que tengan las posibilidades materiales y las habilidades
adecuadas para comprarlas y usarlas, provocando un aumento de las distancias
culturales y sociales. Esta desigualdad se desarrolla tanto en el interior de
los países occidentales como entre los países del primer mundo respecto al
denominado tercer mundo. Es lo que se conoce como “brecha digital”.
Finalmente,
hemos de indicar que el uso de las tecnologías de la información y comunicación
digitales,
conlleva inevitablemente la pérdida de la privacidad y el incremento del
control sobre los
individuos
y grupos sociales. La utilización de las nuevas tecnologías de la comunicación,
implica el
registro
de las referencias personales y las actividades de los usuarios. El problema
consiste en el
uso
malicioso que ciertos individuos u organizaciones, sean de carácter comercial o
gubernamental,
puedan
realizar con esos datos de nuestra vida privada.