Prof. José Luis
Luces
y sombras de los efectos sociales y culturales de las tecnologías de la
información y comunicación
La
cara amable de las tecnologías digitales
Uno de los efectos más
notables de las tecnologías digitales es que permiten y facilitan una mayor comunicación
entre las personas independientemente de su situación geográfica o temporal.
Las nuevas tecnologías de la comunicación rompen barreras espaciotemporales facilitando
la interacción entre personas mediante formas orales (la telefonía), escrita
(el correo electrónico) o audiovisual (la videoconferencia). Asimismo esta
comunicación puede ser sincrónica es decir, simultánea en el tiempo asincrónica
el mensaje se emite y recibe en un período de tiempo posterior al emitido. En
segundo lugar, podemos señalar que las tecnologías permiten el acceso de forma
permanente a gran cantidad de información. Vivimos en un entorno saturado de
información.
Los medios de
comunicación escritos, la radio, la televisión, el teletexto, Internet, …, se
han convertido en objetos cotidianos y casi imprescindibles de nuestra vida que
nos mantienen permanente informados. Los ciudadanos, a través del conjunto de
estos medios y tecnologías, saben lo que sucede más allá de su ámbito o nicho
vital (sea el barrio, la ciudad o país al que pertenecen). Por otra parte,
desde el hogar y a través de las redes telemáticas se pueden acceder a bibliotecas,
centros, instituciones y asociaciones de cualquier tipo.
Otro hecho destacable es
que las nuevas tecnologías mejoran la eficacia y calidad de los servicios. La
creación de bases de datos accesibles desde cualquier punto geográfico y en
cualquier momento junto con la gestión informatizada de enormes volúmenes de
información permiten incrementar notablemente la rapidez y eficacia de aquellas
tareas y servicios que tradicionalmente eran realizadas de una forma rutinaria
y mecánica por personas. En estos momentos es posible realizar consultas o
transferencias comerciales en una institución bancaria, de la administración pública,
o de un organismo privado, a través de un ordenador con acceso a Internet.
Por otra parte, Las
tecnologías digitales posibilitan nuevas formas de actividad productiva. La
innovación tecnológica está afectando también al ámbito laboral transformando
los patrones tradicionales de trabajo. Algunos de los cambios más destacables
de las actividades productivas son: la emergencia de nuevos yacimientos o
puestos de empleo relacionados con el desarrollo y aplicación de la tecnología
informática y de telecomunicaciones; la aparición del teletrabajo que consiste
en la posibilidad del desarrollo de las tareas laborales a distancia utilizando
las redes de ordenadores, el surgimiento de puestos de trabajo más flexibles
sin la rigided temporal o espacial de los puestos laborales clásicos.
Asimismo, las nuevas
tecnologías de la información y comunicación están
propiciando la superación
de una visión estrecha y localista de la realidad. En la
sociedad globalizada está
aumentando el conocimiento y contacto cultural de las distintas culturas y grupos
sociales del planeta. A lo largo de la última mitad del siglo XX han ido
extendiéndose y generalizándose por todos los continentes formas y tendencias
culturales que anteriormente pertenecían o estaban restringidas a grupos
culturales locales o regionales. En este sentido, los medios de comunicación y
por supuesto las redes telemáticas, están jugando un papel clave en este
proceso de creación de una conciencia y perspectiva mundial o planetaria.
¿Sabías
que …?
Las redes
telemáticas, especialmente Internet, propician nuevas formas de participación
social más allá de los límites territoriales locales. No sólo se está más
informado de todo lo que pasa en el mundo, sino que además permiten experimentar
nuevos modos de organización y participación ciudadana más allá del ámbito de
los estados tradicionales en todos los niveles y ámbitos: asociaciones,
colectivos, fundaciones, institutos, organizaciones no gubernamentales...
La acción
política y organización de los denominados movimientos alternativos o de antiglobalización
no sería explicable sin la utilización de las nuevas tecnologías de la comunicación.
Las tecnologías también tienen sus
sombras
Lo
primero a destacar es que nuestra sociedad es una civilización dependiente de
la
tecnología
en niveles progresivamente crecientes. Sin máquinas digitales, no funciona. En
este
sentido
se extiende el miedo a los posibles fallos o déficits de los ordenadores
provocados bien por los virus informáticos, por los ataques de
ciberterroristas, o por los fallos de los ervidores… El “mítico” efecto 2000
(2YK) con relación al posible fallo informático en el cambio de la fecha del 31
de diciembre del 1999 al 1 de enero del 2000, o los repetidos ataques a
servidores de Microsoft y otras grandes compañías multinacionales, han servido
como una llamada de alerta sobre la fuerte dependencia de nuestra civilización
hacia las máquinas digitales.
En
segundo lugar, el proceso de globalización apoyado en el control de los medios
de comunicación está imponiendo la hegemonía cultural de la civilización
occidental, fundamentalmente norteamericana, sobre el resto de las culturas del
planeta. La juventud de la mayor parte de países consume la misma ropa, música,
comida, juegos, películas…,
es
decir, tienen las mismas experiencias culturales con medios. Nos dirigimos
hacia el uniformismo cultural en detrimento de las culturas propias y locales,
y hacia el aumento de los enfrentamientos culturales que en muchos casos
desembocan en violencia. Simultáneamente, están aumentando las desigualdades
culturales y económicas entre unos países
y
otros. El desarrollo tecnológico y científico afecta a todos los miembros de la
sociedad pero no de la misma forma.
El
acceso a las nuevas tecnologías y al conocimiento e información está al alcance
de aquellas personas que tengan las posibilidades materiales y las habilidades
adecuadas para comprarlas y usarlas, provocando un aumento de las distancias
culturales y sociales. Esta desigualdad se desarrolla tanto en el interior de
los países occidentales como entre los países del primer mundo respecto al
denominado tercer mundo. Es lo que se conoce como “brecha digital”.
Finalmente,
hemos de indicar que el uso de las tecnologías de la información y comunicación
digitales,
conlleva inevitablemente la pérdida de la privacidad y el incremento del
control sobre los
individuos
y grupos sociales. La utilización de las nuevas tecnologías de la comunicación,
implica el
registro
de las referencias personales y las actividades de los usuarios. El problema
consiste en el
uso
malicioso que ciertos individuos u organizaciones, sean de carácter comercial o
gubernamental,
puedan
realizar con esos datos de nuestra vida privada.
Algunos
datos para pensar …. Hay 1.500 millones de personas que no saben
leer
ni escribir.65
por ciento de la población mundial no tiene acceso al teléfono. Casi la mitad
de la población mundial tiene menos de US$2 al día. Hay más teléfonos en Tokio
que en toda Africa. Al menos 2.000 millones de personas no tienen electricidad.
Hay más computadoras en los Estados Unidos de
América que en
todo el resto del mundo. Se necesitaron 38 años para que la radio llegase a
50 millones de
personas y 13 años para que la televisión hiciera otro tanto. Pero el mismo
número
de personas se
incorporó en la Internet en sólo cuatro años.
Los
problemas educativos generados por la omnipresencia tecnológica
La
informática ha irrumpido en nuestras vidas como un vendaval que ha arrasado con
los
modos y formas culturales, laborales y comunicativas hasta ahora tradicionales.
Frente a un
proceso
parsimonioso de adaptación a las innovación tecnológica,
en la actualidad
asistimos
a una revolución que ocurre en el seno de nuestra vida cotidiana. En el pasado
este
proceso
de interacción y adaptación humana a la innovación tecnológica nunca fue tan
radical y dramático como en el presente. La diferencia sustancial estriba en
que el proceso de cambio
generado
por la aparición de las tecnologías digitales se está produciendo en un plazo
temporal muy corto y a una velocidad acelerada.
En
consecuencia, el reciclaje, la readaptación y ajuste a los requerimientos y
demandas
impuestas por las nuevas tecnologías obliga, sobre todo a los adultos, a
realizar un
enorme
esfuerzo formativo destinado a adquirir las competencias instrumentales,
cognitivas y
actitudinales
derivadas del uso de las tecnologías digitales. No hacerlo, significará correr
el
riesgo
de entrar en la nómina de los nuevos analfabetos
tecnológicos. La
alfabetización
tecnológica
es una condición necesaria, en la actualidad, para que se pueda acceder y
conducirse
inteligentemente a través de la cultura y tecnología digital (saber de buscar
la
información,
seleccionarla, elaborarla y difundirla desde cualquier medio).
La
ingente cantidad de información,
habitual en la vida diaria a través de los múltiples y
variados
medios de comunicación, no supone necesariamente un tratamiento competente de
la
misma.
Recibimos muchos datos e informaciones, pero no siempre la sabemos transformar
en
conocimiento
(Bartolomé, 2001). Los niños, jóvenes y adultos estamos expuestos a un flujo
permanente
de información. A. Pérez (2001) insiste en este problema destacando el
paradógico
fenómeno de que a más información también existe más desinformación ya que un
exceso
de cantidad de datos provoca pérdida del significado de los mismos. En
consecuencia,
el
nuevo reto educativo consiste en formar, en cualificar a los sujetos como
usuarios
inteligentes
de la información que les permita distinguir lo relevante de lo superfluo.
Por
otra parte la presentación de la información a través de las nuevas tecnologías
se
caracteriza
por su ruptura con el modelo de organización
lineal de la cultura impresa; la
imagen,
el sonido, el hipertexto revelan una forma distinta de publicarla. Frente a las
formas
tradicionales
de acceso a la información que son secuenciales (p.e. la visualización de una
película,
o la lectura de un libro) las llamadas tecnologías digitales almacenan la
información
de
modo tal que no existe una única secuencia de acceso a la misma, sino que las
distintas
unidades
o segmentos de información están interlazados a través de nodos similares a una
red.
Otro
problema relevante tiene que ver con las nuevas
exigencias de la formación
ocupacional.
Los cambios económicos y tecnológicos han dado lugar a nuevas formas de
estructuras
laborales. Al igual que la aparición de la industria supuso una trasformación
en la
organización
del trabajo, las nuevas tecnologías de la información han introducido
herramientas
e instrumentos que están modificando las condiciones de muchas actividades
profesionales
(administración, banca, periodismo, política,...), facilitando el manejo e
intercambio
de información, integrando formas nuevas de ejercer la profesión como el
teletrabajo
(trabajar a distancia del lugar donde se ubica la empresa utilizando las redes
de
ordenadores),
o bien generando nuevos puestos de trabajo (diseñadores gráficos, gestores de
recursos,
programadores, ...).
Finalmente,
hemos de indicar, que todo lo anterior, está provocando un desfase
o
desajuste
de los sistemas educativos hasta ahora existentes.
Las instituciones educativas
se
caracterizan por la lenta introducción de los cambios dentro de sus
estructuras. En el
contexto
de las sociedades de la información esta peculiaridad constituye una auténtica
inadaptación
a las necesidades formativas y a las exigencias organizacionales, debido a un
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